jueves, 16 de abril de 2015

1x14 - Daño colateral

Caitlin está encantada de que Ronnie haya vuelto. Pero pronto va a darse cuenta de que no ha vuelto solo, de que ya nunca va a poder estar solo. Porque el profesor Stein está metido en su cabeza. Al parecer, lo de volverse metahumano no es reversible. Y si no, que se lo digan a Barry Allen, que ahora está convencido de que puede detener al asesino de su madre y la cosa tiene toda la pinta de acabar un pelín mal. Pero eh, no adelantemos acontecimientos. Vayamos paso a paso. Que bastante corre ya Allen.

Las buenas noticias para Caitlin no tardan en convertirse en noticias extrañas. Porque, sí, puede salir por ahí a cenar otra vez con su chico, porque por fin Firestorm ha soltado a los dos tipos que lo forman —sí, un metahumano se chupó a dos tipos y uno de ellos es el chico de la chica del laboratorio—, pero no queda muy claro si ellos han vuelto a ser los mismos. En realidad, queda más bien claro al arranque del capítulo que el profesor Stein no es el profesor Stein. Porque antes no le gustaba la pizza y ahora sí. Entonces, ¿qué ha pasado? ¿Va a volver a reunirse Firestorm? Al ejército norteamericano, el verdadero villano de esta historia, le encantaría. De hecho, ha empezado a darle caza en plan: imaginaos un mundo en el que el ejército norteamericano esté formado por soldados que vuelan. Literal. Maravilloso. El espíritu del Capi entra en DC.
Aunque resulte divertido ver discutir a Ronnie y al profesor Stein sobre quién tenía miedo y quién no cuando eran uno solo, lo cierto es que la trama de Firestorm no da mucho de sí. Aunque sirve de eje sobre el que se arremolinan el resto de temas del capítulo, no va a ir más allá. Porque es obvio que el ejército (al menos de momento) no va a salirse con la suya por mucho que Wells les eche una mano de vez en cuando, y sobre todo porque el tema que empieza a tomar protagonismo, suponemos que de cara a la recta final de temporada, es el de la traición del propio Wells. Y oh, sorpresa, parece que el desemascaramiento del tipo en cuestión va a liderarlo nada menos que Iris. Sí, Iris, totalmente desaparecida en este capítulo, pero que tiene un par de intervenciones que apuntan claramente en ese sentido.

Oh, ¿de veras acabo de decir que el tema que va a tomar protagonismo es el de la traición de Wells? ¡Que me aspen si lo creo! En realidad, ese es el tema de fondo, algo así como el asunto de los ovnis simulados en Expediente X, porque el tema que de verdad va a tomar protagonismo es el del viaje en el tiempo. Joe acaba de hacer un descubrimiento increíble. No lo ha hecho él, por supuesto, sino Cisco y alguna de sus maquinitas. ¿Y qué es lo que ha descubierto? Que el día en que la madre de Barry murió, el Flash amarillo no estaba solo en la habitación con ella. Que había dos velocistas. ¿Y a que no adivináis quién era el otro? No, no era Usain Bolt. Era Barry, claro. Pero, ¿cómo? ¿Acaso viajó en el tiempo?
Todo apunta a que sí. Y a que quiere volver a hacerlo. Pero esta vez no quiere fracasar. Porque quiere que su destino, lo dice él mismo, no sea «fracasar una vez más». ¿Lo conseguirá?

No hay comentarios:

Publicar un comentario